Reflexiones y aprendizajes contracorriente sobre la innovación legal

Reflexión y análisis de la innovación en el sector legal, de la mano de Wilfredo Murillo, socio de Gericó Associates

¿Cuál es el futuro del sector legal? ¿Qué obstáculos nos encontraremos por el camino? ¿Es este sector innovador o es sinónimo de tradicionalismo? A estas y otras preguntas responde nuestro socio Wilfredo Murillo, publicadas en la edición de marzo de Revista Industria Legal. 

Sector legal, ¿tradicionalismo o innovación?

Murillo comienza su relato explicando que, en su opinión, el sector y la profesión legal solo pueden ser sinónimos de tradicionalismo cuando se hace una comparativa, con amplia visión, entre este sector y otros como el de la banca, tecnología o logística. Considera que se llega a un «error de percepción cuando nos comparamos solo con las empresas líderes en estos sectores, olvidando la realidad de un gran porcentaje de empresas que pertenecen a estas industrias. Es innegable el largo camino que el sector legal ha de recorrer, al igual que son muchas las oportunidades por explotar».

A lo largo de los últimos años, muchos actores han salido al mercado sugiriendo nuevas acciones para las firmas, gerencias legales o los abogados en general, pero hay escenarios que se deben vivir para saber gestionarlos. «No se puede hacer todo lo que se sugiere, pues es muy distinto manejar un emprendimiento en el sector legal a liderar equipos de más de 30, 50 o 100 personas, tener capital humano que llevan más de 15 o 20 años en una organización o estar presente en operaciones que marcan la pauta de la economía de un país», añade.

«Ganarnos el derecho a opinar y más aún el privilegio de enseñar»

Según Murillo, «por el deseo de democratizar la enseñanza del Derecho y temas innovadores vinculados a este sector, nos olvidamos de exigir lo que deberíamos a quienes tienen el privilegio de dictar una presentación o ponencia».

Como ejemplo, nuestro experto expone una anécdota de sus años como estudiante de posgrado, en los que para ser ponente debías acreditar varios estudios sobre la materia o desarrollado gran experiencia al respecto. Esta situación la compara con la actualidad, en la que muchos especialistas legales se centran en hacer exposiciones sobre algunas materias pero únicamente aportan superficialidad, nadie va más allá ni profundiza sobre el tema. Por tanto, para él, «no está de más ser pacientes y humildes. Es mejor ir ganando de a poco el derecho a opinar y, sobre todo, el derecho a enseñar; esto con el interés de seguir mejorando la formación de los abogados».

La emoción no puede vencer la observación y el análisis

En muchas ocasiones, y aún más en los últimos años con el uso de las redes sociales afianzado, nos lanzamos a opinar sobre las tendencias, cuando lo idóneo es investigar, leer, conocer, experimentar, observar y analizar. Murillo aconseja no emocionarse y buscar pronosticar. «A veces, es más conveniente observar, profundizar y aplicar. Esto nos dará conocimiento y experiencia para brindar una visión más aterrizada», aporta.

La nueva realidad, la nueva normalidad, la nueva era

Murillo explica que «para saber qué costumbres, qué formas de trabajo o qué prácticas impulsadas por la pandemia se quedarían debemos esperar a que la sociedad elija libremente; esto es, cuando nuestras decisiones, las políticas de empresa o la normativa actual no tengan un factor influyente y condicionante (como la pandemia)». No será hasta dentro de unos años cuando veamos qué es realmente lo que quedó de esta situación.

El metaverso y las nuevas formas de conectar en la sociedad

En relación a este llamativo aspecto, Murillo se pregunta: «¿por qué sucumbir a una realidad virtual si el mundo sigue sorprendiéndonos? ¿Por qué creer que se crea la misma cultura en una organización de abogados a través de Zoom u otros aplicativos digitales? Cuando, realmente, las grandes conexiones se hacen con las experiencias cercanas que vivimos en equipo». Para él, no es comparable la confianza ganada en una reunión presencial que en una virtual.

Para concluir, lanza la siguiente conclusión sobre cuál será el ritmo que llevará este sector en los próximos años: «la respuesta es, a día de hoy, incierta, ya que dependerá de muchas variables y, también, de nosotros mismos». 

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