El experto pone el foco en las nuevas generaciones de abogados que «no solo deben controlar temas legales, sino también ser creativos y tener visión de negocio»

José Antonio Ambrosi es miembro de la firma Baker McKenzie desde 1985 y socio de la Práctica Corporativa desde 1995 en México. En la conversación que nuestro socio fundador, Marc Gericó, pudo mantener con él, nos ha ofrecido una serie de reflexiones sobre los nuevos retos a los que se enfrentan tanto las firmas legales como los profesionales que las integran.

Para Ambrosi, la pandemia del COVID-19 ha presentado un escenario complicado para las firmas legales. Sin embargo, ha destacado que la solidez internacional, nivel tecnológico y organizativo que presenta Baker Mckenzie ha hecho que el impacto haya sido mucho menor.

Retos a los que se enfrentan las firmas legales

El primero de ellos es la necesidad de retener y atraer el talento en las firmas. La bajada de ingresos ha hecho que la demanda de trabajo haya disminuido y que, por lo tanto, se haya tenido que prescindir de un considerable número de abogados. Y este hecho ha sido especialmente complicado, relata Ambrosi, porque destaca dos valores que son fundamentales para las firmas legales: los clientes y las personas que forman parte del equipo. “Es algo primordial y fundamental en Baker Mckenzie”, señala.

Por otro lado, el próximo reto al que se han tenido que enfrentar las firmas sería el teletrabajo o trabajo en remoto y la necesidad de seguir atendiendo a los clientes de una manera eficiente. La pandemia ha demostrado que se puede realizar de forma competente el trabajo de abogado en remoto, pero que también depende de muchos factores y en el área en que desarrolle su práctica. Sin embargo, Ambrosi destaca que el éxito del trabajo en remoto ha sido posible gracias a la tecnología y las plataformas de videollamadas, las cuales han permitido acercarnos más que alejarnos tanto con los clientes como con la sociedad en general. Por último, considera que el teletrabajo es algo que va a continuar, “no será en un 100 % pero sí en un porcentaje considerable”.

Muy vinculado al tema del teletrabajo, también hizo alusión a la desaparición de los despachos físicos tal y como los conocemos hoy en día. “La tendencia es tanto a la desaparición de grandes despachos, como a acabar con la diferenciación rígida de espacios”, afirma. De esta forma, los espacios se van a convertir en más móviles, más flexibles y que se adapten de mejor manera a las presentaciones, por lo que las oficinas van a quedar solo para aquellas reuniones que se consideren imprescindibles. En definitiva, “se tratarán de espacios más flexibles, más funcionales y económicos”, concluyó.

Business development

Sobre las nuevas formas de crecimiento en el mercado legal, Ambrosi señala que es primordial atender a la demanda: ver el tipo de trabajo que se está realizando y el valor añadido que se está ofreciendo. Es un reto que se vuelve fundamental en la medida que, ni todos los clientes son iguales, ni son válidos para todos los despachos. “Gracias a este proceso va permitir enfocar mejor, tanto a los diferentes clientes, como los sectores con los que una firma legal puede trabajar”, razonó.

Ambrosi comenta, además, las futuras direcciones que van a tomar las firmas legales. Existen dos claras corrientes. Por un lado, aquellos que se van a centrar en los commodities. Y, por otro, los que van a ir dirigidos a la hiperespecialización. Aquellos que sigan la línea de los commodities supondrá una bajada de sus costes pero continuarán creando un valor para la empresa, por el ahorro que le podrán generar. Mientras que otros irán para una hiperespecialización, que supondrá un valor añadido.

Cualidades del abogado del S. XXI

El nuevo abogado debe ser una persona que no solo controle temas legales sino que también tenga una visión de negocio. Debe ser una persona creativa y que sepa encontrar soluciones y alternativas a los problemas que le puedan surgir a los clientes.

En este sentido, Ambrosi hace algunas recomendaciones a las universidades para que trasladen de forma eficiente la verdadera función de un abogado: “El abogado no solo debe buscar la justicia, sino también otros aspectos como la solidaridad, la planificación, responsabilidad social, buscar otras formas de pensar”.

Por su parte, las cualidades que requiere Baker McKenzie para llevar a cabo la contratación de nuevos talentos son, ante todo, “personas que estén motivadas y conscientes del trabajo que supone ejercer la abogacía, que quiera un crecimiento personal dentro de la empresa y con una gran capacidad creativa”.

Finalmente, ofrece unas recomendaciones para la nueva generación de abogados. Sobre todo, recomienda centrarse en la pasión, las ganas de crecer en la firma y les aconseja que desarrollen una fuerte adaptabilidad a los cambios en una sociedad que evoluciona de manera constante con la tecnología. Además, “deben poseer ética y moral, no solo demandar dichas actitudes al resto sino que ellos mismos sean un ejemplo de aquello que predican”, concluye.

Gericó Associates es la primera consultora de Marketing Jurídico y Comunicación Legal en Europa y Latinoamérica. Si necesita más información acerca de nuestros servicios, puede contactar con nosotros pulsando aquí.